Y ahora ¿qué? - ALGUNAS ESTRATEGIAS
Ya conozco e identifico la problemática del TDAH…
Y ahora ¿qué?
Ahora nos toca pensar. Nos toca plantearnos ¿Qué hacer?
¿Cómo hacerlo?
¡Vamos a buscar soluciones!
ALGUNAS ESTRATEGIAS
Lo primero: EMPATÍA. Las estrategias para trabajar
con una persona con TDAH parten de una actitud del educador. Una actitud de empatía y ganas de ayudar.
Con personas con alguno de los
síntomas mencionados, las mismas que no saben cómo manejar sus problemas… A
menudo, si nuestros ojos están abiertos,
SOLO si los abrimos bien, podemos
ver en sus ojos un aplastante mensaje que se oculta en lo más profundo:
Este mensaje ha ido forjándose en
cada fracaso personal. Concretamente, en la escuela, frente a cada suspenso… Poco
a poco la persona se ha tatuado en su interior esas dos palabras invisibles:
“Soy tonto”
Nadie las ve, pero es un mensaje
que esta persona tiene tatuado, lo siente y no puede despojarse de él tal y
cómo desea…
Como buen tatuaje, no se borra
tan fácilmente. Y por eso, es tan esencial tener una mirada abierta para poder
leer este mensaje, para ponernos en su piel y sentirlo.
Lo segundo: Cambiar
“Soy Tonto” a “Puedo con todo”
Transmitir al sujeto que NO PASA
NADA.
Transmitirle que “no es un bicho
raro” único y exclusivo… que el mundo está lleno de bichos raros con asma, con
una miopía de caballo, con sobrepeso, con problemas de dicción… Todos y cada
uno de nosotros somos bichos raros porque somos únicos, al igual que nuestros
problemas. Y, para cada uno, sus
problemas son los peores del universo.
Sentir que “soy el tonto de la
clase” NUNCA es el camino a tomar.
Aceptar con resignación que “soy
así” y no hacer nada, solo enmascara la suma de problemas que va aumentándose.
Estamos aquí para ayudar a que la
persona con rasgos de TDAH se desvíe del camino destructivo que ha tomado. Estoy aquí para proponer formas
de ayudar a tomar otras sendas, donde esta persona sea capaz de manejar sus
dificultades y superar problemas.
Cambiar “Soy
tonto” a “Puedo con todo”. Esa es la propuesta que lanzo.
Esta evidencia cae por su propio peso. Si incido en ella es porque
en este caso, cuando una persona tiene su autoestima por los suelos, necesita
escucharlo una y otra vez para hacerlo suyo, sentirlo y creerlo. Solo así puede
ir borrando “su tatuaje”.
Nuestra empatía y la naturalidad
a la hora de afrontar problemas es clave. También para mí es fundamental estar
allí, estar enteramente y percibir cuando algo va mal.
Hablar abiertamente, sin
dramatizar y nada de tratarle como a un “tonto”.
Hacerle identificar y exteriorizar
los sentimientos, ayudarle a pensar por sí mismo, aclarar las ideas confusas
que le aturden para que genere vías de escape o bien, que sepa canalizar las
dificultades que tiene de una manera mejor.
Al principio
necesitará mucho nuestra ayuda, pero esta ayuda no ha de ser una ayuda permanente,
la persona debe dar sus propios pasos también y sentir que no necesita a nadie
más para superar las cosas que no le dejaban avanzar.
Que puede con todo, solo. Y que
estamos allí para apoyarle, pero no nos necesita constantemente, no necesita a
nadie que le ayude en todo momento, porque puede con todo.
Solo sintiéndose uno más, normal,
puede empezar a forjar nuevos mensajes.
Y sea cuál sea su tatuaje, tendrá
el mayor de los tesoros, ser único.
Lo tercero: en
su proceso educativo, ¿cómo le ayudo?
¿CÓMO? - ESTRATEGIA 1
RESALTANDO,
REMARCANDO Y REPITIENDO lo que hace bien
En el día a día, no solo en las
clases o haciendo deberes.
Hay que alimentar sus éxitos para
que los sienta como propios. La tendencia suele ser al contrario, le corriges
los deberes y se suele decir lo que está mal, lo que puede mejorar… rara vez se
incide y prioriza en lo que está bien.
Justamente de eso se trata. La
estrategia es remarcar lo que hace bien. SIN EXCEDERSE, señalarlo y mencionarlo
de forma natural, sin exageraciones.
¿CÓMO? - ESTRATEGIA 2
INVITARLE
A QUE SE REPLANTEE “todo”. LO QUE ESTÁ BIEN Y LO QUE ESTÁ MAL
Al principio, por sistema,
PONÉRSELO “todo” EN DUDA, automáticamente “todo” en duda.
De forma natural, no como un
castigo impuesto o algo desagradable. Despertarle la curiosidad y fomentando
que sea siempre reflexiva, en todo. Que no se deje llevar por el primer
impulso y piense.
Que este sistema lo asuma como
regla y poco a poco se incorpore en sus rutinas de actuación.
¿CÓMO? - ESTRATEGIA 3
REFUERZO
de conductas positivas, SIEMPRE
Por ejemplo, CUANDO PIENSA 1º
ANTES DE REACCIONAR A UN ESTÍMULO (si controla el impulso). Reforzar, siempre,
ya sea con un gesto cariñoso, una sonrisa o verbalmente.
Todos queremos ser reconocidos en
nuestros esfuerzos. Con el refuerzo de ese control de impulsividad, a la vez
que trabajamos la capacidad reflexiva, generamos una sensación agradable, algo
que genera ganas de repetirlo y recurrir a ello nuevamente.
¿CÓMO? - ESTRATEGIA 4
PERMITIRLE
Y DARLE LA OPORTUNIDAD DE CORREGIR SOL@ LOS ERRORES
ANTES DE DECIRLE lo que hace mal,
INVITARLE A QUE VEA Y CORRIGA SUS ERRORES. Es decir, brindarle la oportunidad
de trabajar su capacidad atencional, de ver dónde ha cometido el error, de percibir sus olvidos y así corregirlos.
Que pueda aprender a
autocorregirse sin ayuda. Aunque tenga que corregirlo hasta 3 ó 4 veces y una
última vez con ayuda.
Al principio, la carencia
atencional y de autocrítica hace que tenga que repetir su corrección numerosas
veces, pero si lo toma como rutina irá aprendiendo a centrar su atención y
mejorando sus correcciones, reduciéndose así el número de intentos en la
autocorrección.
Así impulsamos el trabajo
autónomo y estimulamos paulatinamente su fuente de atención.
Desde mi experiencia, tengo
comprobado que sin este paso (en referencia al trastorno); si directamente
hacemos referencia a los errores que ha cometido, a lo que ha hecho mal,
estamos dando un paso atrás en el camino.
Esta estrategia ayuda a mejorar
la capacidad de respuesta en los problemas a los que se enfrentan personas con
rasgos de TDAH.
El uso de
estas estrategias implica un tratamiento individualizado. No existe un manual
que nos diga cómo aplicarlas en cada persona, qué palabras utilizar…
No podemos etiquetar en las
cuatro famosas letras del BLOG a todas las personas que presentan alguno de los
rasgos. De ahí que yo no haya concretado en exceso y no deje de incidir en
empatizar con la persona, precisamente para identificar el mejor modo de usar
las estrategias.
Y AUNQUE el uso de estrategias como estas lleve consigo un TRATAMIENTO
INDIVIDUAL, sin duda, es igualmente útil para usarse en grupo.
Haya o no haya una mayoría de
alumnos con déficit de atención. Estas estrategias favorecen el desarrollo de
capacidades que todos debemos trabajar, y en el caso de las personas con TDAH
no solo es bueno que las trabajen, si no que necesitan muchísimo trabajar las
capacidades que están solapadas al uso de las 4 estrategias que he compartido
con vosotr@s.
Por tanto, desde mi perspectiva
educativa, como educador no vale excusarse y ampararse en no puedo dedicarle
más tiempo a su hijo en la clase porque debo atender a todo el grupo, ¡NO!
Porque no hace falta estar individualmente con la persona para aplicarlo; y si
las llevas a cabo de forma rutinaria, de de ese modo, sin dedicar tiempo
individualizado y exclusivo, así, ayudas a quiénes presentan problemas de
impulsividad o falta de atención.